La Terapia Cognitivo-Conductual (TCC) se enfoca en cómo nuestros pensamientos afectan nuestras emociones y acciones. La idea principal es que son nuestros pensamientos, no las personas o los eventos, los que provocan los sentimientos negativos.

En este tipo de terapia, el psicólogo trabaja con el paciente para identificar esos pensamientos negativos o irracionales, cuestionarlos y corregirlos. Luego, se trabaja en cambiar tanto los pensamientos como los comportamientos que se derivan de ellos.

La TCC es un proceso colaborativo y estructurado entre el psicólogo y el paciente. A menudo incluye tareas o ejercicios que el cliente realiza entre las sesiones para aplicar lo aprendido.

Entrevista Motivacional (EM) es un enfoque terapéutico que busca ayudar a las personas a descubrir su propia motivación para realizar cambios en su vida. En lugar de decirles qué deben hacer, el objetivo es que los pacientes exploren sus pensamientos y sentimientos sobre el cambio, especialmente cuando tienen dudas o se sienten indecisos. Se les invita a reflexionar sobre lo que quieren lograr y cómo podrían superar los obstáculos que los detienen.

Durante las sesiones, el terapeuta no impone soluciones, sino que apoya a la persona para que se dé cuenta de las razones que la impulsan a cambiar, ayudándola a tomar decisiones por sí misma. Esta técnica es muy útil en casos donde hay ambivalencia, como en problemas relacionados con el consumo de alcohol o adicciones leves, ya que permite que la persona se sienta entendida y más motivada para dar el siguiente paso.

Mindfulness o conciencia plena es una técnica que ayuda a las personas con problemas de salud, como dolor crónico, hipertensión, cáncer, ansiedad o depresión, a reducir el estrés y manejar el dolor.

La terapia cognitiva basada en mindfulness (MBCT) combina dos cosas: la terapia cognitiva, que trabaja con nuestros pensamientos, y la conciencia plena, que nos enseña a observar nuestros pensamientos y emociones sin juzgarlos.

Con MBCT, los pacientes aprenden a prestar mucha atención a lo que sienten en el momento, lo que les ayuda a ver las situaciones difíciles de una manera más calmada y a enfrentarlas mejor.

Programación Neurolingüística (PNL)

La Programación Neurolingüística (PNL) se basa en la idea de que nuestra mente, el lenguaje que usamos y nuestros comportamientos están conectados, y que podemos cambiar estos patrones para alcanzar metas específicas.

Un psicólogo que usa PNL escucha cuidadosamente las palabras y frases que usas para describir tus problemas. Esto les ayuda a entender lo que está detrás de esos problemas. Luego, el psicólogo trabaja contigo para cambiar la forma en que piensas y te relacionas con esos problemas, ayudándote a tener una visión más positiva y efectiva para lograr mejores resultados.

La Terapia Basada en el Apego se enfoca en cómo las relaciones tempranas, especialmente la conexión entre padres e hijos, pueden influir en el desarrollo emocional y mental de una persona a lo largo de su vida. Según esta terapia, la forma en que los niños experimentan el amor, la seguridad y la protección en sus primeros años impacta profundamente en su bienestar emocional y en sus relaciones futuras.

En este enfoque, se explora cómo las experiencias de apego con los cuidadores pueden afectar la manera en que una persona se siente segura, confía en los demás y maneja sus emociones en la adultez. La terapia ayuda a entender cómo patrones de apego disfuncionales pueden generar problemas en las relaciones o en el manejo de emociones, y trabaja en reconstruir un sentido de seguridad y confianza en uno mismo y en los demás.

En resumen, la Terapia Basada en el Apego se centra en sanar las raíces emocionales que nacen en la infancia para mejorar la calidad de vida y las relaciones del presente.

La terapia centrada en la persona se enfoca en que el paciente  tome el control de su proceso de descubrimiento y toma de decisiones. Aquí, el terapeuta no dirige ni dicta, sino que actúa como un facilitador compasivo. Escucha sin juzgar, respetando y valorando las experiencias del paciente, y creando un ambiente de apoyo en el que la persona puede explorar y encontrar sus propias soluciones.

En este enfoque, el terapeuta guía el proceso sin intervenir, permitiendo que el paciente tome la iniciativa para encontrar el camino hacia su autoconocimiento. Si buscas una atención psicológica donde tú tengas el protagonismo y el espacio para descubrir tus propias respuestas, los profesionales especializados en terapia centrada en la persona están aquí para acompañarte.

La terapia humanista se basa en una visión positiva de las personas, valorando la singularidad de cada individuo. Los terapeutas de este enfoque se centran en aspectos como la creatividad, el amor y el desarrollo personal, ayudando a cada persona a alcanzar su máximo potencial mediante el crecimiento y el cambio.

La terapia humanista engloba otros métodos como la terapia Gestalt, la terapia centrada en el paciente y la terapia existencial, cada uno con un enfoque en ayudar a las personas a conocerse mejor y a dirigir su propio camino hacia la autorrealización. Es ideal para quienes buscan un proceso terapéutico que respete su individualidad y fortalezca su capacidad de cambio personal.