
Error Común: Estar Mirando el Celular Durante la Sesión
La Distracción del Celular: Un Obstáculo para la Terapia
El celular se ha convertido en una herramienta indispensable en nuestras vidas, pero su uso durante las sesiones terapéuticas puede tener consecuencias negativas para la relación entre el terapeuta y el paciente. La distracción del celular puede enviar un mensaje equivocado de falta de interés o profesionalismo, afectando la calidad de la terapia.
¿Por qué es problemático usar el celular durante la sesión?
Cuando el terapeuta se distrae con su celular, ya sea revisando mensajes o contestando llamadas, el paciente puede sentirse no escuchado o poco importante. Esta falta de atención puede deteriorar la confianza, un factor crucial en cualquier relación terapéutica.
El terapeuta debe ser un modelo de atención y presencia en el momento, ya que, en muchas ocasiones, el paciente está buscando un espacio seguro donde pueda expresar sus pensamientos y emociones sin interrupciones. La falta de enfoque puede hacer que el paciente se sienta frustrado y que no se logren los objetivos de la sesión.
Las Consecuencias de No Estar Totalmente Presente:
Pérdida de Confianza: Los pacientes necesitan sentir que su terapeuta está completamente presente. El simple acto de mirar el celular puede generar dudas sobre el compromiso del profesional con el proceso terapéutico.
Dificultad para Crear una Conexión Emocional: La conexión emocional es vital para el éxito de la terapia. Si el terapeuta está distraído, esa conexión se ve debilitada, lo que puede hacer que el paciente no se sienta cómodo abriéndose.
Interrupción del Flujo de la Terapia: Las distracciones pueden interrumpir el flujo de la conversación y hacer que se pierda información importante o se detengan avances en la sesión.
Cómo Evitar la Distracción del Celular:
Modo No Molestar: Antes de comenzar la sesión, coloca el celular en modo «no molestar» para evitar cualquier tipo de notificación o llamada que pueda interrumpir la atención.
Espacio Libre de Distracciones: Asegúrate de estar en un entorno donde el celular no sea necesario, y evita revisar el dispositivo durante la sesión, a menos que sea relevante para el contenido de la terapia.
Atención Plena al Paciente: Haz todo lo posible por estar completamente presente y centrado en el paciente, sin que el celular interfiera en el proceso.
Conclusión:
La terapia es un proceso que requiere total dedicación y presencia por parte del terapeuta. Evitar distracciones como el celular no solo mejora la calidad de la sesión, sino que también fortalece la relación con el paciente, aumentando la probabilidad de que regrese y continúe con el proceso de sanación.